TENER ÉXITO ES FÁCIL

Muchos pensarán que estoy fuera de mis cabales al afirmar que tener éxito es fácil. Lamentablemente cada día un gran número de empresas que iniciaron su camino hacia el éxito, tristemente cierran sus puertas. No quisiera faltarle el respeto a nadie, ya que hay muchos factores que influyen: una mala elección del local, un estudio de viabilidad con enfoque excesivamente optimista, un negocio «pasado de moda» etc, etc. Podría enumerar cientos de motivos que nos llevarían a concluir que ha sido la mala suerte la que nos ha dirigido al cierre. Y desde luego que la suerte es un complemento importante a la hora de prosperar.

Pero, ¿qué es la mala suerte? Os puedo asegurar que en mis comienzos como emprendedora, fui víctima de este «virus». Afortunadamente del fracaso se aprende a analizar de un modo más objetivo, pero por más analisis, solo existe una fórmula para el éxito: EL COMPROMISO.

Tener la fórmula puede ser el comienzo o el final del éxito, ya que el compromiso es una palabra que en algunos momentos de nuestra vida, nos queda grande.

La necesidad de perder peso siempre es un buen ejemplo. Alguna vez habrás oído aquello de «me han hablado de una dieta estupenda que te hace perder peso en un plis plas». En este caso, la dieta parece lo importante, es la fórmula mágica que nos llevará a tener el éxito deseado, pero en ese proceso puede faltar el ingrediente más importante: el compromiso. El compromiso de uno mismo con uno mismo. Psicológicamente, una de las tareas más arduas con las que tiene que bregar un ser humano en cualquiera de las facetas de su vida.

De que te sirve conocer la fórmula si hay algo que te impide aplicarla? Pero, si de verdad queremos conseguirlo, que nos lo puede impedir? La respuesta es variada y mas o menos compleja según del individuo de que se trate.

El compromiso requiere respeto hacia uno mismo, fortaleza de carácter, disciplina, capacidad de trabajo y sacrificio, pero sobre todas las cosas, lo que implica, es la aceptación de la necesidad de cambio. Un compromiso con condiciones no es un compromiso y con esto quiero decir que si no estamos dispuestos a cambiar nuestra visión, nuestras creencias y/o cualquier otra idea que nos esté llevando al fracaso lentamente, no tendremos el éxito esperado.

Como siempre, el ser humano se pierde en el mundo de las emociones y con ello se niega a cambiar sus creencias a pesar de lo dañinas que puedan llegar a ser.

Lo vivo a menudo cuando mantengo las primeras reuniones con mis clientes. Todos dicen estar comprometidos al 100 % con el proyecto, pero a la primera sugerencia de: «será necesario cambiar este proceso» la respuesta emerge como un volcán: eso no se puede cambiar! Y luego una retahíla de excusas que justifican esa negativa. Eso, señores, es una muestra de la falta de compromiso que nos lleva al fracaso…

Si quieres tener éxito en cualquier cosa que emprendas, déjate de excusas que solo te alejan de conseguirlo. Agárrate al compromiso como si fuera tu salvavidas, y respeta lo que te prometes a ti mismo…. Que puede haber daños colaterales? Sin duda, los habrá… Es uno de los primeros obstáculos que encontrarás de camino al éxito, pero recuerda que te has comprometido y eso debería estar por encima de todo…. salvo que le otorgues un % de posibilidad de fracaso a tu proceso… En ese caso, ahórrate el trabajo… Hay «hippies» que son muy felices vendiendo pulseras a la orilla de una playa paradisiaca… Si es tu deseo, a por ello! Pero comprométete para conseguirlo.

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