¿CÓMO DECIRLE A UN COLABORADOR QUE ‘HUELE MAL’?

Creo que esta pregunta nos la habremos hecho todos, y posiblemente muy pocos se habrán atrevido a resolver el “maloliente” problema.  Aunque sea un tema desagradable, es cierto que algunas veces nos encontramos con alguna persona dentro de nuestro equipo que por algún motivo ha descuidado su higiene. En la mayoría de las ocasiones esa persona no es consciente.

Y desde luego que tener que decirle a alguien “que se duche” es de las cosas más difíciles que un responsable se encuentra en su camino de espinas y rosas.

Habitualmente, lo que acaba ocurriendo, es que todo el mundo lo comenta en la oficina, pero nadie es capaz de poner el punto sobre la i.

Tirar pequeñas indirectas “a ver si lo pilla” no es buen método, ya que muy posiblemente ni siquiera sea consciente, y aunque lo fuera, esas pequeñas señales no le van a poner en la situación emocional que necesitamos para que tome cartas en el asunto.

Veamos, sí existe una forma correcta de hacerlo, pero desde luego que hay que estar dispuesto a salir de nuestra zona de comodidad y afrontar el hecho como lo haría un buen líder.

La conversación debería ser algo así (la estructura y el orden son de vital importancia, por lo que las voy a enumerar):

1. “Buenos días Pepe, ¿tienes un segundo? necesito hablar contigo.» (Es imprescindible que se le de un carácter de seriedad y no es algo que se pueda realizar por los pasillos en un momento improvisado)

2.“Esto va a ser desagradable para mí y posiblemente también para ti, pero me importas y prefiero ser yo quien te lo diga.”

Pequeña pausa

3. “He notado que tienes un olor”(Este mensaje debe ser contundente y sin rodeos, de lo contrario perdería el efecto que buscamos. No cambiar por: has descuidado tu higiene, eso sería una opinión y puede llevarnos por un camino no deseado)

4. “Trabajamos en un espacio pequeño y no me gustaría que otras personas no quisieran trabajar contigo por este motivo.” (Quizá la parte más dura de la conversación es esta por lo que decirla con firmeza y a la vez con empatía es clave)

5. “ ¿Que piensas al respecto?”

Las respuestas pueden ser muy variadas… desde vergüenza absoluta y silencio, hasta total defensa y ataque.

Independientemente de lo que diga hay que finalizar la conversación aquí de forma contundente (no podemos entrar en debate).

6. Creo que era importante decírtelo. Gracias por escucharme.

Sí, estoy de acuerdo contigo, no es nada fácil. Pero, ¿quién dijo que dirigir lo fuera?

Es mejor atajar los problemas mientras son pequeños y sobre todo para que afecten el mínimo al colaborador. No me cabe duda de que para que alguien mejore, necesita, en ocasiones, que alguien le hable con cariño, pero claro.

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